¡No guardes el espejo todavía! Es la hora de conocer los tipos de dientes. Vuelve a mirarte en el espejo y probablemente notarás que no todos los dientes son iguales. La boca de cada persona tiene distintos tipos de dientes y cada uno tiene su propia función.
Los dientes del centro en la parte delantera de la boca son los más fáciles de ver y son los incisivos. Hay cuatro arriba y cuatro abajo. Los incisivos tienen la forma de pequeños cinceles, con los extremos planos y algo afilados. Estos dientes se utilizan para cortar y moler la comida. Piensa en la manzana que te comiste: primero la mordiste con los incisivos para romper la cáscara. Los dientes en punta que hay a cada lado de los incisivos son los dientes caninos. En tu boca hay cuatro dientes caninos en total, dos arriba y dos abajo. Como son puntudos y también afilados, te ayudan a cortar la comida.
Al lado de los dientes caninos están los premolares. Tienes ocho premolares en total, cuatro arriba y cuatro abajo. Necesitarás abrir un poco más la boca para ver estos dientes, pero cuando lo hagas, notarás que tienen una forma completamente distinta a la de los incisivos y caninos. Eso es porque los premolares son más grandes, más fuertes y tienen ondulaciones- y todo eso les hace perfectos para aplastar y triturar la comida (una buena forma de notar las ondulaciones es pasar la lengua por la parte de arriba de estos dientes). Finalmente, abre bien la boca y verás los molares. Tienes ocho, cuatro arriba y cuatro abajo. Los molares son los más duros de todos: son incluso más anchos y fuertes que los premolares, y tienen más ondulaciones. Los molares trabajan con la lengua para ayudarte a tragar la comida: la lengua lleva la comida masticada a la parte posterior de la boca, donde los molares la trituran hasta que está bien deshecha y lista para tragar.
Cuando los niños crecen, les salen cuatro molares más en la parte posterior de la boca, uno en cada rincón. Esto suele pasar aproximadamente a los 20 años. Estos dientes se llaman muelas del juicio. Las muelas de juicio no se usan para nada y probablemente no te harán más juicioso, aunque algunas personas creen que podrían haberse utilizado hace millones de años para masticar la comida.
La próxima vez que comas, haz un experimento y presta atención a los dientes y a las tareas que realiza cada uno. ¿Te estás comiendo una galleta? Los incisivos hacen un buen trabajo cuando se trata de morder un dulce. ¿Qué te parece una zanahoria? Son los molares los que hacen el trabajo, no los dientes de delante. ¿Y qué hay de ese trozo de pizza o pan duro? Los caninos te ayudarán a trozarlos y acabar pronto con el sándwich de mantequilla de maní o la pizza de salchichón.