domingo, 12 de enero de 2014

Labio leporino y paladar hendido

La palabra "leporino" viene del nombre en latín de "liebre" / Foto: ThinkstockLa palabra "leporino" viene del nombre en latín de "liebre"
Esta alteración o defecto de crecimiento es una hendidura que, en los casos de menor intensidad, aparece solo en el labio (labio leporino). Sin embargo, cuando es más grave puede llegar hasta la parte posterior de la garganta y profundizar en la nariz (paladar hendido), lo que provoca innumerables complicaciones de salud, alimentación, habla y aspecto.
Causas
Herencia, exposición a ciertos virus, toxinas y uso de algunos medicamentos durante el embarazo son las principales causas. Aparece también junto con otros síndromes o anomalías congénitas. 1 de cada 2500 personas pueden presentar este padecimiento. Su presencia puede:
  • Afectar la apariencia de la cara
  • Dificultar la alimentación y el habla
  • Promover infecciones del oído y faringe
  • Generar dientes desalineados o ausentes
  • Aumentar el peso corporal
  • Producir reflujo de leche y de los alimentos por las fosas nasales en el infante
Diagnóstico
Un examen clínico de la cavidad oral del recién nacido es normalmente suficiente para la detección de esta alteración. El examen es acompañado de otros estudios para descartar las enfermedades que acompañan al padecimiento.
Tratamiento
Consiste en un procedimiento quirúrgico para cerrar la hendidura cuando el niño tiene entre 6 semanas y 9 meses de edad. Puede ser necesario realizar cirugías posteriores para corregir cicatrices. Incluso llevar prótesis, en casos avanzados. El uso de ortodoncia y ortopedia son necesarios para corregir la posición dentaria.
Las personas con labio y paladar hendido pueden presentar problemas auditivos posteriores, por lo que es recomendable pruebas de audición periódicas.
Son frecuentes las alteraciones en el habla, por lo cual puede requerirse tratamiento de logopedia para rehabilitar los músculos que ayudan al correcto pronunciar de las palabras.
El labio y paladar hendido tiene un pronóstico bastante favorable en la mayoría de los casos.

Estar en condiciones saludables para la salud de los dientes y encías

Personas que mantienen su peso saludable y practican altos niveles de ejercicio físico demostraron menor incidencia de enfermedad de encías severa. Esto de acuerdo a un estudio publicado en agosto en el Journal of Periodontology. Los investigadores utilizaron el índice de masa corporal (BMI) y porcentaje de grasa corporal para medir el peso y consumo máximo de oxigeno como medidas de estado físico, comparándolos con los exámenes bucales de los individuos.

Aquellos que tuvieron menores niveles BMI y mayores niveles de buena salud física, presentaron significativamente menores rangos de enfermedad de encías severa.

El Dr. Samuel Low, director asociado y profesor de periodoncia del Colegio de Odontología de la Universidad de Florida y presidente de la Academia Americana de Periodoncia, comenta: "El manejo del peso y condición física contribuyen con la salud general y ahora creemos que estar en buena salud puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar enfermedad de encías. Considerando que, la enfermedad de encías está relacionada con otras enfermedades, como la enfermedad cardiovascular y diabetes, existen todavía más razones para cuidarse a sí mismo a través de dieta y ejercicio".

La Asociación Dental Americana cita los siguientes factores que pueden incrementar del riesgo de una persona de desarrollar enfermedad de encías: fumar o masticar tabaco, diabetes, varios tipos de medicamentos como los esteroides, drogas anti-epilépticas, drogas contra el cáncer, puentes desajustados, dientes rajados, restauraciones defectuosas, embarazo y uso de anticonceptivos.

Las señales de alerta incluyen encías que sangran con facilidad, encías rojas, inflamadas o sin consistencia, encías que se separan del diente, mal aliento o mal sabor persistente, dientes permanentes que se pierden o migran de posición, cualquier cambio en la forma como los dientes contactan los unos con los otros, cualquier cambio en la adaptación de prótesis.

La ADA recomienda a los pacientes cepillarse los dientes dos veces al día, limpiar entre los dientes diariamente con hilo dental, consumir una dieta balanceada y visitar a su dentista regularmente.

¿Puede el cuidado bucal en los bebes prevenir futuras caries?

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la caries es la enfermedad infecciosa de mayor prevalencia en los niños de los Estados Unidos. Investigadores están buscando formas de detener la diseminación de bacterias que producen caries en infantes y así prevenir el aparecimiento de futuras caries.


Recientemente, científicos de la Universidad de Illinois confirmaron la presencia de bacterias en la saliva de niños, asociadas con la caries temprana en la niñez. La caries temprana de la niñez (ECC) (algunas veces nombrada como caries de la pacha) se refiere a la caries dental en infantes y niños pequeños. La ECC ocurre principalmente en los dientes anteriores superiores aunque también otros dientes pueden ser afectados. En algunos casos desafortunados, los infantes y niños pequeños experimentan caries tan severas que los dientes no pueden ser restaurados y es necesario extraerlos.

En el sitio web de acceso libre, PLoS ONE, Kelly Swanson, Ph.D. y su equipo de investigadores de la Universidad de I, compartieron información acerca de medidas preventivas para evitar el crecimiento bacteriano, el desarrollo de vías para controlarlas y disminuir de forma global su potencial de daño.

Según el Dr. Swanson, investigador principal y Profesor de Ciencia Animal de la Universidad de Illinois: "Al momento que los niños llegan al jardín de infancia, 40% presentan caries dental". "Adicionalmente, las poblaciones que presentan un estatus socio-económico bajo, que consumen una dieta alta en azúcar y aquellas madres que poseen un nivel educacional bajo, presentan 32 veces más chances de presentar esta enfermedad".

Según el Dr. Swanson, observar a los infantes antes que sus dientes erupcionen, son valiosas medidas en el cuidado de los niños muy pequeños.

De acuerdo al Dr. Swanson, "Ahora reconocemos que la ´Ventana de la Infectividad´, que hace años se pensaba que ocurría entre los 19 y 33 meses de edad, en realidad ocurre a edades más tempranas". "Minimizar refrigerios y bebidas con azúcares fermentadas y limpiar las encías sin dientes de los bebes, como lo sugiere la Academia Americana de Odontología Pediátrica, son practicas importantes a seguir para los nuevos padres que ayudan en la prevención de futuras cavidades de sus hijos".

Adicionalmente, el equipo de investigación utilizo técnicas moleculares de alto rendimiento para caracterizar comunidades enteras de la microbiota bucal, en lugar de focalizarse en la identificación de pocas bacterias individuales.

Según el Dr. Swanson: "Las tecnologías mejoradas de DNA nos permiten examinar la población completa de bacterias, dándonos una perspectiva más holística". "Así como muchas otras enfermedades, la caries dental es el resultado de muchas bacterias en comunidad, no solo un patógeno".

Los investigadores aprendieron que las comunidades bacterianas bucales en los infantes sin dientes fueron mucho más diversas de lo esperado; identificaron cientos de especies. Esto demuestra que muchos miembros de las comunidades bacterianas que causan la formación del biofilme o que están asociadas con ECC, ya se encuentran presentes en la saliva de los infantes, justificando así más investigación en la evolución de las comunidades bacterianas bucales de los infantes, comento el Dr. Swanson.

¿Podría la manipulación de las comunidades bacterianas en los infantes antes de la erupción dental ayudar a prevenir esta enfermedad en el futuro?

"Los tejidos blandos en la boca parecen servir como reservatorios de potenciales patógenos antes de la erupción dental". "Queremos caracterizar la evolución microbiana que ocurre en la cavidad bucal entre el nacimiento y la erupción dental. Cambios como la erupción dental, la dieta como la alimentación materna versus fórmula, alimentación liquida a solida y cambios en el perfil nutricional".

Dr. Swanson comenta que la educación de los padres en higiene bucal y hábitos alimenticios, es la estrategia más importante en la prevención de la caries dental.

Fumadores pasivos (cigarro de segunda mano) y enfermedad de encías

Es un hecho bien establecido durante años, que los fumadores poseen un alto riesgo de padecer enfermedades de encías, sin embargo, ahora existe evidencia científica mostrando que los fumadores pasivos o de segunda mano, también poseen un riesgo aumentado.

Investigadores de la Universidad de North Carolina-Chapel Hill, utilizando datos de otro estudio que incluyó 2,379 no fumadores entre 53-74 años, concluyeron que la exposición al tabaco de segunda mano, durante pocas horas al día puede duplicar el riesgo individual de padecer enfermedad de encías. Las personas expuestas menos de 25 horas por semana al cigarro de segunda mano, presentaron un aumento del 29% en sus chances de padecer problemas gingivales. Para aquellas personas expuestas más de 26 horas, el riesgo subió al doble.

El estudio está publicado en el número de Diciembre del American Journal of Public Health.
En el 2004, el Surgeon General (Centro operacional de Servicos de Salud Publica de los Estados Unidos) concluyo que la evidencia científica fue suficiente para establecer una relación causal entre el cigarro y las enfermedades gingivales. En el 2006, el Surgeon General determino que no existe un nivel libre de riesgo a la exposición del fumador pasivo.
La Asociación Dental Americana (ADA) recomienda chequeos rutinarios y exámenes periodontales. Adicionalmente al cigarro, la ADA establece también como factores de riesgo: masticar tabaco; condiciones sistémicas como la diabetes; varios medicamentos como los esteroides; drogas utilizadas en la terapia de cáncer y contraceptivos orales; prótesis mal adaptadas; mal posición dental; restauraciones defectuosas; y embarazo.
La ADA manifiesta que los signos de alerta incluyen, encías que sangran fácilmente; eritematosas, sensibles o inflamadas; encías que se separan con facilidad del diente, persistencia del mal aliento o mal sabor; dientes permanentes perdidos o con migración patológica; cambios en la forma como los dientes encajan cuando se ocluye; o cualquier cambio en el ajuste de prótesis parciales.

domingo, 5 de enero de 2014

Origen de las caries y cómo prevenirlas

 

El mejor tratamiento es la prevención a base de higiene diaria / Foto: Thinkstock
 
 
La caries dental es una enfermedad infecciosa que destruye los tejidos dentales. Bacterias especializadas pueden perforar mediante ácidos la capa del esmalte dental, lo que crea grandes cavidades que resultan idóneas para su posterior crecimiento. La caries es multifactorial y es una de las enfermedades más comunes del ser humano.
La bacteria principalmente encargada de este proceso es la famosa streptococcus mutans, que tiene la particularidad de convertir los azúcares o carbohidratos en fuerte ácido que termina por disolver el esmalte dental, como un terrón de azúcar en un chorro de agua.
Factores 
Las caries dentales suelen aparecer en personas y lugares específicos, en donde se puede evidenciar fácilmente los factores que intervienen en su aparición.
Xerostomía. Resequedad bucal que ocasiona un descontrol del pH salival, y es esencial en la remineralización dental.
Anatomía. Las piezas dentales con más fisuras son más difíciles de limpiar y albergan con mayor facilidad colonias de bacterias en su interior.
Dieta. Una dieta rica en carbohidratos produce mayor cantidad de ácidos.
Higiene. Aunque la diete fuese controlada, un mínimo de azúcares puede hacer mucho daño si este no es retirado en un largo tiempo.
Tiempo. El proceso de caries depende de un tiempo de exposición del ácido bacteriano.
Enfermedades sistémicas. Algunas como la diabetes pueden comprometer el sistema inmunitario del paciente, produciendo un descontrol de microorganismos patógenos esenciales para el deterioro dental.
Edad. La edad puede influir en el tipo de salivación, el intercambio de minerales, o las zonas expuestas al ataque bacteriano.
Una caries no resuelta puede llevar a la posterior degradación del nervio dental, ocasionando grandes infecciones acompañadas de dolor (absceso dental) que si no se tratan a tiempo, pueden llevar a la progresiva pérdida de dientes o en casos extremos, no tratados, a la muerte.
Signos y síntomas
  • Cambios en la coloración del diente
  • Manchas café que se vuelven negras
  • Sensibilidad al frío
  • Dolor al ingerir azúcares
  • Dolor al masticar
  • Muchas veces, no hay síntomas
Tratamiento
La caries dental no se elimina con la limpieza ni profilaxis (creencia popular). Debido a que la caries es una cavidad en el diente, debe ser eliminada mediante el fresado y su posterior obturación. En fases iníciales, la caries puede ser retirada sin la necesidad de anestesia dental. Pero cuando ha penetrado más allá de la dentina, será imprescindible el uso de anestesia local, debido a que esta capa contiene terminaciones nerviosas que harían imposible un tratamiento en vivo.
Las caries dentales tratadas con resina dental, tienen un promedio de vida de 15 años, siendo una de las opciones más estéticas y accesibles al bolsillo promedio, que pueden ser tratadas posteriormente como parte integral del diente sano.
Prevenir garantiza el éxito.

Implantes dentales, ¿te convienen?


Cada día es más común que la gente se someta a procedimientos quirúrgicos para colocarse un implante dental, por lo cual es importante considerar todas la ventajas y desventajas que conlleva tal aditamento en nuestra boca.

Desde tiempos remotos el hombre ha intentado reemplazar los dientes perdidos. La civilización Maya fue la primera utilizar los primeros ejemplos conocidos de implantes dentales, mediante el uso de conchas marinas, además de clavos, alambres, placas, raíces de plata, plomo, vidrio, entre otros.  Los  implantes dentales son una buena alternativa para reemplazar los dientes perdidos o ausentes, así como para dar soporte a rehabilitaciones fijas o removibles, devolviendo funcionalidad y estética al paciente.

¿Qué son?

Son pequeños aparatos dentales que se atornillan entre los maxilares superior e inferior y ayudan a restaurar la boca que tiene pocos o ningún diente restaurable. Los implantes dentales están reemplazando a los dientes postizos, ya que brindan muchas ventajas sobre las dentaduras postizas convencionales. Los implantes dentales deberán ser insertados por un dentista capacitado en implantología, o por un cirujano oral en un hospital.


Beneficios

● Reducen el movimiento de las dentaduras postizas, los puentes o las coronas

● Brindan soporte y estabilidad mejorada para las dentaduras postizas removibles o los puentes fijos

● Se aproximan a la sensación de dientes naturales mejor que las dentaduras postizas

● Facilitan la masticación adecuada

● Promueven la autoestima, gracias a las ventajas de tener una dentadura casi real, ya que el habla y la apariencia a menudo mejoran

● Duran mucho tiempo, incluso más allá de la vida del paciente

● Preservan el hueso alveolar

● No perjudican a los dientes naturales vecinos del que se reemplazará

● Se limpian fácilmente


¿Eres candidato?
Primero, debes estar saludable, si vives con un padecimiento crónico, diabetes, por ejemplo, tu azúcar deberá estar en perfecto control. Así mismo el presentar tumores malignos en maxilares o estar actualmente bajo tratamiento de cáncer (radioterapia), te excluye como candidato. También, se recomienda que esta intervención sea solo para pacientes que hayan terminado ya su desarrollo dentario (25 años de edad).

Recuerda que  las capacidades de curación del paciente afectado por la enfermedad podrían influir en el éxito de un implante. Por esto, será necesario también un examen de densitometría ósea en el cual se evalúe la cantidad y la calidad del hueso para ver si este es o no un candidato a implante dental. Otro aspecto es que si fumas o bebes alcohol en gran cantidad, tu implantación puede fracasar. Así que piensa en dejar estos hábitos antes de someterte a la cirugía.


Efectos adversos

Los implantes están hechos de con materiales biológicamente compatibles que han sido sometidos a exámenes extensos durante varios años. Ya que estos materiales son en gran parte metales, como el titanio, y nunca han sido tejidos vivos, no existe la probabilidad de que causen una respuesta antígeno-anticuerpo que pudiera ocasionar un rechazo similar al que ocurre a veces en los transplantes de corazón y de riñones. Es necesario un diagnóstico a fondo por parte de tu médico implantólogo para lograr los resultados óptimos.

¿Qué hacer contra la onicofagia?

 
Existen técnicas que pueden evitar el morderse las uñas / Foto: Thinkstock
Si bien la cara es el espejo del alma, muchas personas aseguran que las manos son un segundo espejo, porque al momento de conocer a alguien lo primero que vemos después de sus ojos y sonrisa, son las manos.
Casi todo el mundo se ha comido las uñas alguna vez; lo preocupante es cuando se comen de manera compulsiva, durante años.
La onicofagia es el hábito o manía de morderse las uñas. En la mayoría de los casos comienza en la niñez, imitando a los adultos que lo hacen como un medio para calmarse cuando están tensos, frustrados o durante una emoción negativa. Con el tiempo suele surgir con más frecuencia; por ejemplo: al tener las manos desocupadas, sentir aburrimiento, estar pensando en algo, o simplemente tener las manos cerca de la boca.
Durante la adolescencia la onicofagia se agudiza y después de los 18 años suele desaparecer. Cuando no es así, este hábito puede llegar a convertirse en un trastorno compulsivo acompañado de otras conductas obsesivas, como la tricotilomanía (arrancarse el pelo), tics y compulsión sexual.
Causas
Generalmente, la onicofagia es causada por razones psicológicas. La detonan el aburrimiento, nerviosismo, estrés, temor, la ansiedad, baja autoestima, depresión. O bien, por factores externos: problemas económicos, familiares, laborales y de pareja.
Consecuencias
Para muchas personas la onicofagia solo acarrea consecuencias estéticas; no obstante, en los casos más severos, puede provocar problemas de salud.
Contraer enfermedades. Si no hay una buena higiene de las manos, tenemos la posibilidad de contraer alguna infección. También, en los dedos se producen pequeñas heridas que funcionarían como una puerta de entrada para las bacterias.
Paroniquia. Son los uñeros o panadizos. Se muestra como hinchazón y enrojecimiento en la piel de alrededor de la uña, acompañada de lesiones en las cutículas y deformación de las uñas y los dedos.
Problemas dentales y temporo-mandibulares. Desgaste en los dientes, daño al esmalte y malposicion dentaria.
Úlceras e irritación en las encías. Causado por los picos puntiagudos de las uñas que pueden estar contaminados.
Malestar psicológico. Debido a que se sienten avergonzadas del aspecto de sus uñas y a que es visto como algo socialmente indeseable.
Actualmente la Psicología y la Odontología tienen técnicas de modificación de conducta para su tratamiento mediante terapias y el uso de aparatos ortopédicos que impiden llevar a cabo tal hábito, sin embargo también podemos tomar en cuenta:
  • Practicar algún pasatiempo o deporte, evitará el fastidio y te mantendrá ocupado.
  • Evitar tomar productos estimulantes: café, té, refrescos con cafeína, las bebidas alcohólicas, ya que suelen generar ansiedad y nerviosismo.
  • Aplicarse esmaltes especiales que al momento de llevar las uñas a la boca y entrar en contacto con la saliva, despiden un agrio sabor que hace insoportable seguir mordiendo.
  • Si prefieres un remedio casero, frota las uñas con ajo, guindilla, picante, chile, etc.
  • Uso de guantes o tiritas de cinta de curación en las uñas para evitar el mordisqueo.
  • Buscar un sustitutivo rápido y saludable cuando se tengan ganas de morderse las uñas: funciona beber agua, masticar chicle o tomar un aperitivo bajo en calorías.
Sé paciente y fuerte. La convicción, voluntad y buena actitud serán fundamentales a la hora de ponerle fin a esta mala costumbre.

¿Qué son las aftas?



 
Un afta o úlcera aftosa es una lesión que se presenta como una pequeña herida o llaga dolorosa redondeada, de color blanquecino o amarillento y con borde rojo bien delimitado. Suelen aparecer en la mucosa oral, en superficies como los carrillos (cachetes), los labios, la lengua, el velo del paladar y las encías. Conócelas a fondo.

Pueden aparecer durante el curso de ciertas enfermedades. Son una de las lesiones más frecuentes de la cavidad bucal con una prevalencia entre el 5 y 80% de la población. Se presentan con gran frecuencia entre niños y adolescentes, especialmente entre los 10 y 19 años de edad.

El área de color gris, blanca o amarillenta se debe a la formación de una proteína asociada con la coagulación de la sangre llamada fibrina. Por lo general, comienzan con una sensación de ardor en el sitio donde saldrá la úlcera y una superficie enrojecida, para después de uno o 2 días ulcerarse y dejar una llaga o herida “abierta”.


 
Las aftas suelen ser dolorosas y pueden medir hasta media pulgada, aunque la mayoría de ellas son mucho más pequeñas (menos de 1 cm). Un dato curioso es que las mujeres tienen el doble de probabilidad de padecerlas, esto por los cambios hormonales durante la menstruación.

¿Qué las produce?

Trauma oral. Mordeduras al comer, golpes en pacientes con ortodoncia, lesión mediante tratamiento dental etc.

Herencia. Prácticamente en la mitad de los casos el paciente con algún pariente de primer grado que presenta estas mismas lesiones, tienen un 90% de probabilidades de sufrirlas.

Problemas del sistema inmunitario. Muchas veces una disminución de defensas a consecuencia de una gripe o fiebre, o una infección viral, puede dar lugar a la aparición de la lesión.

Recurrencia. Una vez se ha tenido un afta, es muy probable que esta reaparezca cada cierto tiempo, en el mismo lugar o en distinto.
Problemas emocionales. Estrés, ansiedad, nerviosismo.
Desnutrición. Principalmente las relacionadas con deficiencia en hierro, ácido fólico y vitamina B12.

Hormonal. En  caso de desequilibrios hormonales, y aparecen con frecuencia antes o durante el periodo menstrual.
Sensibilidad. Alergias o intolerancias a ciertos alimentos como chocolate, nueces, café y alimentos ácidos como los cítricos.

No se contagian. No puedes tener aftas por compartir comida o besar a alguien.

No es un herpes labial. El herpes oral presenta ampollas pequeñas y dolorosas principalmente afuera de la boca, alrededor de los labios, el mentón o fosas nasales de los labios y es contagioso, sin embargo las aftas bucales aparecen dentro de la boca y no se transmiten.


 
Tratamientos
En la mayoría de los casos, las aftas desaparecen por sí solas.  Los lavados suaves con enjuague bucal antisépticos, aplicación de anestésicos locales (lidocaína al 2%) así como antiinflamatorios tópicos, como los corticosteroides, resultan efectivos para aliviar el dolor. Se pueden utilizar diferentes métodos paliativos para controlar su dolor como los siguientes:
Mezcla una parte de agua oxigenada y una parte de agua normal. Con un hisopo de algodón puedes aplicar la mezcla directamente sobre el afta.
Aplica suavemente con los dedos una pequeña cantidad de leche de magnesia sobre el afta unas 3 o 4 veces al día, esto calmará el dolor y ayudará a sanar la herida.
Según odontólogos, el método más efectivo, es realizar enjuagues de agua caliente con sal de grano o bicarbonato de sodio, repitiendo 2 o 3 veces al día, esto quemará la membrana de fibrina que recubre a la herida, favoreciendo la cicatrización.

Recuperación


Mientras esperas que desaparezcan puedes tomar analgésicos para  aliviar el dolor y observar lo que comes. Las comidas muy calientes, condimentadas, picantes o ácidas al igual que los alimentos duros, rasposos o crujientes, pueden pinchar o irritar la úlcera.
Se debe mantener una higiene adecuada de la boca y cepillar los dientes tras cada comida para evitar infecciones bacterianas. Cepilla y enjuaga tus dientes con pastas dentales y enjuagues bucales que no contengan lauril sulfato de sodio (ya que este seca los tejidos bucales haciéndolos