Es un hecho bien establecido durante años, que los fumadores poseen un alto riesgo de padecer enfermedades de encías, sin embargo, ahora existe evidencia científica mostrando que los fumadores pasivos o de segunda mano, también poseen un riesgo aumentado.
Investigadores de la Universidad de North Carolina-Chapel Hill, utilizando datos de otro estudio que incluyó 2,379 no fumadores entre 53-74 años, concluyeron que la exposición al tabaco de segunda mano, durante pocas horas al día puede duplicar el riesgo individual de padecer enfermedad de encías. Las personas expuestas menos de 25 horas por semana al cigarro de segunda mano, presentaron un aumento del 29% en sus chances de padecer problemas gingivales. Para aquellas personas expuestas más de 26 horas, el riesgo subió al doble.
El estudio está publicado en el número de Diciembre del American Journal of Public Health.
En el 2004, el Surgeon General (Centro operacional de Servicos de Salud Publica de los Estados Unidos) concluyo que la evidencia científica fue suficiente para establecer una relación causal entre el cigarro y las enfermedades gingivales. En el 2006, el Surgeon General determino que no existe un nivel libre de riesgo a la exposición del fumador pasivo.
La Asociación Dental Americana (ADA) recomienda chequeos rutinarios y exámenes periodontales. Adicionalmente al cigarro, la ADA establece también como factores de riesgo: masticar tabaco; condiciones sistémicas como la diabetes; varios medicamentos como los esteroides; drogas utilizadas en la terapia de cáncer y contraceptivos orales; prótesis mal adaptadas; mal posición dental; restauraciones defectuosas; y embarazo.
La ADA manifiesta que los signos de alerta incluyen, encías que sangran fácilmente; eritematosas, sensibles o inflamadas; encías que se separan con facilidad del diente, persistencia del mal aliento o mal sabor; dientes permanentes perdidos o con migración patológica; cambios en la forma como los dientes encajan cuando se ocluye; o cualquier cambio en el ajuste de prótesis parciales.