Los consejos que nos dan los odontólogos respecto a cepillarnos los dientes con frecuencia y no descansarnos con los dientes sin higienizar no son un simple capricho, sino que son un fundamento básico de la salud dental, por el cual se pueden prevenir muchas cosas: desde la gingivitis y el mal aliento hasta las caries.
Se recomienda cepillarse unas tres veces por día y tener constancia en esto. Fíjate que si luego de la cena no te cepillas los dientes, las bacterias almacenadas en tu boca tendrían muchas horas para irse instalando allí, pues no las has eliminado con una cepillada, y esto te podría costar algunas caries y los costes económicos de su eliminación.
¿Pero como hay que cepillarse los dientes? Tal vez tú te creas que con pasar el cepillo de forma rústica queda todo solucionado. Pues no es así. Hay que procurar recorrer todos los rincones de la boca con las cerdas del cepillo, y a continuación te explicaré cómo hacerlo.
En primer lugar cepillarás las caras externas de los dientes. Desde los últimos molares superior e inferior de un costado de tu boca hacia los del otro costado, te cepillarás subiendo y bajando el cepillo, siguiendo la orientación vertical de los dientes para eliminar todos los restos de comida que hay allí.
Luego harás lo mismo, pero en las caras internas de los dientes. Allí abrirás la boca y cepillarás tu maxilar inferior desde abajo hacia arriba y tu maxilar superior desde arriba hacia abajo, tratando de no hacerlo en sentido contrario. Haz esto a lo largo de toda la cara interna de tus dos maxilares.
Finalmente cepillarás la parte de los dientes con la que masticas la comida. Allí cepilla siguiendo la línea de los dientes hasta que hayas liquidado con toda tu boca.
El cepillado de los dientes no tiene porqué ser fuerte y doloroso. Hacer que te duela no aportará nada más que sangre. Es importante que lo hagas suavemente y sin dañar tus encías, aunque sí que lo hagas repetidamente