miércoles, 30 de octubre de 2013
Prevención y control de las manchas dentales
Las manchas en los dientes se forman por una gran cantidad de causas, y sus significados
pueden ser muy variables; algunas van desde caries, malos hábitos, signos de la edad o incluso enfermedad. Existen básicamente 2 tipos de manchas: las de la superficie externa y las que se forman dentro del diente. Descubre aquí qué suele volver amarilla tu sonrisa y cómo puedes evitarlo.
Las manchas adquiridas o superficiales se forman en la parte externa del diente cuando moléculas de color se adhieren a la superficie del esmalte, siendo casi imposible quitarlas con el cepillado. Las causas más comunes de pigmentación externa son:
Cigarro. El hollín, alquitrán, y las más de 4500 sustancias tóxicas del cigarro, se adhieren fuertemente al esmalte y la piel de tus dedos, boca y encías para quedar tatuados permanentemente. Las manchas por cigarro son las más difíciles de eliminar mediante blanqueamiento.
Café. Ha quedado atrás el mito de que el café es malo para los dientes y la salud. El único inconveniente recae en la estética dental, porque sus pigmentos se impregnan fuertemente en el diente, teniendo efectos permanentes si hubiese descuido de la higiene.
Vino tinto. Este vino tiene una sustancia llamada cromógeno, que pigmenta más rápidamente que cualquier otro vino. Sin embargo, el vino blanco tiene la capacidad de erosionar ligeramente el esmalte dando paso a la adhesión de otros pigmentos.
Mala higiene. Esto permite a los restos de alimentos y bebidas fijarse a la superficie dental ocasionando manchas y olor desagradables. Cepíllate y pasa el hilo dental antes de irte a la cama; es en la noche cuando tu boca es más vulnerable a las bacterias.
Pérdida de minerales. Los ácidos que las bacterias desechan, pueden fácilmente disolver el esmalte dental. Este esmalte desmineralizado toma un color blanco que pasa desapercibido por el paciente, y que se vuelve de color café cuando ya es irreversible.