La finalidad de un implante es sostener la restauración de uno o varios dientes perdidos. La implantología se ha convertido en una de las técnicas estéticas más avanzadas en el campo de la odontología.
El implante dental no es otra cosa que el sustituto de la raíz dental, un pequeño dispositivo con forma de raíz que se coloca dentro del hueso maxilar para sostener una restauración protésica dental (corona). Como señala el Dr. Carlos Gómez Aguirre , odontólogo, especialista en implantología estética de la Clínica Dentis Implant, "los implantes están fabricados de titanio: material compatible con los tejidos vivos. Una de las ventajas más importantes del implante es que no requiere alterar la estructura de los dientes vecinos para mantener fija a la nueva" corona que sujetará toda la vida".
Caries dental, traumatismo severo o periodontitis (enfermedad de las encías) son algunas de las situaciones que pueden provocar la perdida de los dientes y afectar el soporte óseo maxilar. En estos casos una opción duradera y saludable es colocar un implante para remplazar al diente perdido (o en caso alternativo, reemplazar a un puente).
Prótesis removibles o fijas
Cada implante está diseñado para sujetar a un diente. En los casos en que el paciente ha perdido varios o todos los dientes, la colocación del número de implantes determinará si la prótesis a colocar será movible o no. Como señala el Dr. Gómez, "con ocho a seis implantes dentro del maxilar respectivo se puede llegar a sostener de manera fija y permanente una arcada completa de dientes (entre 12 a 14 piezas dentales). Si colocamos solo dos o cuatro implantes dentro del maxilar, la prótesis a colocar será movible, es decir, se tratará de una prótesis que el paciente puede quitársela cuando desee.
Según el especialista, "la ventaja más importante de las prótesis con implante frente a las prótesis convencionales (aquéllas que tienen como único apoyo el borde de la encía), es la retención y estabilidad que brindan. Los pacientes con implantes los sienten como parte suya; pueden reírse, bostezar, toser o comer cualquier alimento con la absoluta tranquilidad de que la prótesis se mantendrá fija en su base".
La sustitución de un solo diente
Cuando hablamos de la pérdida de un solo diente, el uso del implante es una alternativa funcional y estética de primer orden. Decimos funcional, porque el implante reemplaza por completo a la raíz del diente. "Una vez colocado y con el transcurso de los meses, el hueso que rodea al implante se regenera manteniendo su estructura natural y funcional lo que garantiza una correcta fijación y estabilidad para soportar las fuerzas masticatorias como lo hacen los dientes naturales", dice el Dr. Gómez.
La colocación del implante constituye la primera fase del procedimiento estético. La segunda parte, consiste en colocar sobre el implante la corona dental, es decir, la parte visible del diente. (Recuerde que el diente está formado por una parte visible llamada corona y otra que no vemos insertada dentro del hueso maxilar y que se conoce como raíz).