Siempre me he preguntado si la limpieza dental diaria que realizamos habitualmente es suficiente para conservar nuestra dentadura sana y limpia, o si la visita al higienista dental es obligada cada cierto tiempo. El cepillado de dientes es un imprescindible gesto diario, pero, ¿qué más podemos hacer para cuidar nuestra limpieza dental?
Problemas derivados de la incorrecta limpieza dental
Es importante conocer los riesgos de los malos hábitos de limpieza dental, así como de la ausencia de visitas al higienista dental o el odontólogo. Principalmente, podemos distinguir dos tipos de problemas:
- los problemas y enfermedades dentales: placa bacteriana, sarro, halitosis y caries.
- los problemas periodentales (es decir los de los tejidos que dan soporte a los dientes): gingivitis y periodontitis.
Los correctos hábitos de limpieza dental ayudan a evitar este tipo de problemas, que, una vez aparecen, tienen soluciones más dolorosas y complicadas.
La prevención es la clave: limpieza dental
La mejor manera de prevenir estos problemas es tener una correcta pauta de limpieza dental diaria, así como revisiones periódicas del odontólogo y visitas al higienista dental. No olvides que la reducción de ciertos alimentos, sobre todo aquellos ricos en azúcares, ayudarán a conservar una correcta higiene dental.
Los cuatro hábitos fundamentales de una saludable limpieza dental son:
1. El cepillado de dientes
Una buena limpieza dental empieza por el cepillado de dientes. Es conveniente efectuar el cepillado de dientes después de cada una de las comidas importantes del día (desayuno, comida y cena), sin olvidar que el cepillado de dientes también debe realizarse si ingerimos aperitivos o bebidas entre horas especialmente azucaradas o carbonatadas. El cepillado de dientes más importante de todos es el que realizamos después de la última comida del día y antes de ir a dormir. Debes saber que un cepillado de dientes en exceso puede llegar a ser perjudicial, y puede desgastar el esmalte de tus dientes. El cepillado de dientes debe llevarte entre tres y cinco minutos, con un buen cepillo de dientes y una buena pasta dentífrica. En este sentido, tu higienista dental puede ayudarte a seleccionar los más convenientes para ti.
2. El hilo dental
Tras el cepillado de dientes, paso primordial en la limpieza dental, es recomendable que uses hilo o seda dental, por lo menos una vez al día. Gracias a la seda dental, podrás realizar la limpieza de espacios interdentales a los que no puedes acceder con el cepillado de dientes normal.
3. El enjuague
Después del cepillado de dientes y de la seda dental, un colutorio para realizar enjuagues puede ser muy recomendable, especialmente en casos de gingivitis. No abuses tampoco de colutorio, usa mejor los que no tienen alcohol, y de nuevo, solicita el consejo de tu higienista dental sobre el tema.
4. Visitas al odontólogo e higienista dental
Además de la revisiones odontológicas anuales, la visita al higienista dental conseguirá que mantengas una perfecta limpieza dental.
El higienista dental y la limpieza dental profesional
El especialista higienista dental es un profesional capacitado en la promoción y educación de la salud bucodental, y es el profesional encargado de realizar la limpieza dental profesional o higiene dental.
Tu odontólogo será quien te pueda especificar con mayor seguridad cuando debes realizar una limpieza dental profesional; normalmente se llevan a cabo una o dos veces al año.
La limpieza dental profesional es uno de los tratamientos que más se realizan en odontología. Es un tratamiento muy sencillo, indoloro, con el que conseguirás restaurar tu dientes y verás los resultados según termines con tu sesión de limpieza dental. Gracias a la limpieza dental profesional evitarás la formación de sarro en tu dentadura, limpiarás las piezas dentales más en profundidad y de una manera que no puedes realizar con el cepillado de dientes, y ayudarás a evitar las enfermedades dentales.
El higienista dental te realizará la limpieza dental después de haber estudiado el estado de tus dientes y encías. El procedimiento consiste en cuatro pasos, cuya duración total es de unos 45 minutos a 1 hora; y debe ser un tratamiento indoloro, si bien puedes sentir ciertas molestias mientras te lo realizan.
La limpieza dental comienza con la eliminación del sarro acumulado en dientes y encías mediante ultrasonidos; y continúa con la eliminación de manchas mediante el pulido de las piezas. Después, mediante bicarbonato de sodio, se trata la placa dentobacteriana, y se finaliza con la aplicación de flúor, excepto en niños y casos especiales.
No te olvides…
- Consulta con tu higienista dental, tanto la frecuencia de la limpieza dental profesional, como las pautas de limpieza dental diarias.
- Dedica el tiempo suficiente al cepillado de dientes, especialmente en el último del día.
- Tus dientes y tu sonrisa lucirá mucho más bonitas si sigues unas correctas pautas de limpieza dental.