Las metanfetaminas son drogas que por su fácil elaboración y precio accesible han aumentado su popularidad en algunos países. Además de ser altamente adictivas y producir efectos devastadores en la salud, también han demostrado que dañan la salud bucal.
El uso de estas drogas altera el sistema nervioso y produce:
- Taquicardia
- Hipertensión
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Hipoxia (sensación de asfixia)
- Daños neuronales permanentes
- Descontrol en la flora bucal y proliferación de caries
Los dientes van perdiendo su color y pasan a un tono oscuro, como si estuvieran enmohecidos y, con el tiempo, las piezas se caen a pedazos, casi como migajas de pan. En muchas ocasiones el daño es irreversible y los dientes deben ser retirados completamente, pues esta afección no es localizada si no rampante (repercute en todos los dientes al mismo tiempo). Tal destrucción es el resultado de una combinación de factores psicológicos y fisiológicos: xerostomía (boca seca), largos periodos sin higiene bucal (12 horas o más), necesidad de bebidas azucaradas, presión alta, rechinamiento dental y algunos accidentes por falta de reflejos motrices. Incluso se ha visto que el pH de la droga ingerida tiene la capacidad de disolver el esmalte dentario.
Los daños permanentes que pueden ocasionar estas sustancias son:
- Pérdida de la memoria y disminución de la capacidad para aprender cosas nuevas, además de una notable lentitud mental
- Actitud violenta como primera reacción sin antes pensar en ello
- Disminución de la potencia cardiaca, lo cual generaría problemas de desempeño sexual
- Desnutrición y envejecimiento prematuro por falta del cuidado personal
- Llagas e infecciones recurrentes en la piel por las inyecciones o simple paranoia de sentir que insectos caminan sobre la piel
- Los ya mencionados problemas dentales
Las metanfetaminas producen una dependencia física y psicológica que hacen prácticamenteimposible abandonar su consumo. Entre los síntomas de este síndrome se encuentran: desesperación, nerviosismo, deseos de quitarse la vida, alteración del sueño y de los sueños, dificultad para concentrarse, deseos de recurrir nuevamente a la droga e irritabilidad.
El abandono de estas drogas requiere de la ayuda profesional para el control de los síntomas y difícilmente un usuario logrará tener éxito por sí solo. Un alto índice de los que lo intentan pierde la vida.