Conocidas popularmente como llagas, las aftas o úlceras bucales son lesiones de color blanco amarillento o grisáceo con borde circular rojo, que aparecen en la boca, lengua, carrillos, paladar o la parte interna del labio. Son muy dolorosas y pueden hacerte pasar un mal momento cuando de comer y hablar se trata.
Se estima que el 80% de la población las ha padecido alguna vez en su vida. Son muy recurrentes pero, por su poca relevancia, han pasado inadvertidas durante mucho tiempo. Es más, con frecuencia se les confunde con fuegos labiales, porque surgen bajo circunstancias similares.
Las aftas se originan por:
- Estrés.
- Baja de defensas.
- Mala alimentación.
- Periodo menstrual.
- Falta de vitaminas.
- Exposición al sol.
- Irritantes locales: diente rasposo, mordida, prótesis mal pulida, fuerte cepillado o, incluso, una bebida caliente.
Las causas de su aparición no son claras, pero a diferencia del herpes simple, las aftas no son contagiosas.
Tratamiento
Anestésico. Independientemente de lo que se haga, las aftas durarán en la boca de una a 2 semanas, según cada persona. Te recomiendo usar anestésicos locales en gel que puedes adquirir fácilmente en la farmacia.
Enjuagues. Algunos remedios caseros como hacer enjuagues de agua con sal o colocar bicarbonato de sodio, han demostrado eficacia en el alivio de este mal.
Para evitar su reaparición
- Terapias de relajación.
- Alimentación sana.
- Vitaminas.
- Ácido fólico.
- Higiene bucal cuidadosa pero firme.
Visita a tu odontólogo para revisar si hay algún irritante local en boca que pueda estar detonando la aparición de estas lesiones cuando son muy recurrentes.