Llega el verano y nuestro chip cambia, los días son más
duraderos y acompañan a otro tipo de vida, cambiamos tanto de vestuario cómo
nuestra manera de hacer.
El verano invita a salir más, tomar más alimentos fuera de
casa y sobretodo bebidas que sacien la sed cómo son los helados, bebidas con
azúcar…
¡Vigila! El exceso de azúcar incentiva la aparición de
caries y los alimentos demasiado fríos
provocan la denominada
“hipersensibilidad dental”.
A continuación te damos unos pequeños consejos para que
disfrutes de estos momentos sin miedo a las consecuencias:
Principalmente ten cuidado con los cambios de temperatura
bruscos en los dientes, el contraste frío-calor ocasiona la contracción y
dilatación de las diferentes tejidos del diente, para así evitar las fisuras
dentales que predisponen a la sensibilidad dental, principalmente en aquellas
personas que padecen esta molestia relacionada con la retracción de las encías,
caries no tratada o malos hábitos en la
limpieza bucodental.
Limpiar los dientes tres veces al día con una buena técnica
de cepillado, un cepillo suave e hilo dental.
Usar pasta de dientes o enjuagues con flúor y nitrato
potásico, Provitamina B y Alantoína.
Realizar cada cierto tiempo una limpieza bucal para eliminar
la placa dental.
Tomar una dieta rica en proteínas, vitamina C y calcio.
No uses los dientes para otra cosa que no sea para masticar,
es decir, no se debe abrir botellas ni envases.
No apretar los dientes por tensión o estrés.
Sigue nuestros consejos y disfruta del verano con una
¡¡¡sonrisa radiante!!!