Generalmente a las personas les causa mucho miedo visitar
al dentista, sin embargo es necesario que dos o tres veces al año acudas para
que verifique si todo marcha perfectamente o existen problemas. Pero estas
visitas no son iguales a cuando acudes al centro odontológico por un dolor
intenso, una infección, etc.
En este caso el dentista ya se maneja con otros
instrumentos y herramientas para realizar los tratamientos.
Para evitar este tipo de visitas y las molestias que
causan estos problemas bucales, debes mantener ciertos cuidados y seguir
ciertos consejos para tener unos dientes saludables.
Las personas cometen inconscientemente errores muy
comunes que dañan la salud bucal. Estos errores suceden porque no están
informados o porque se dejan llevar por mitos y antiguas historias que no son
ciertas.
Estos errores causan complicaciones y hasta enfermedades
que tendrán que ser atendidas y tratadas por un especialista.
Algunos de los errores más comunes son:
Cepillo de dientes
Elegir un cepillo de dientes con cerdas duras para
limpiar mejor la dentadura: El cepillado debe ser con un cepillo de cerdas
suaves y blandas, las cerdas duras sólo lograrán irritar y golpear las encías.
Si éstas se encuentran inflamadas este tipo de cepillo empeorará la situación.
No cambiar el cepillo de dientes:
Los odontólogos
recomiendan cambiar de cepillo de dientes cada tres meses, para que evitar que
se acumulen mucha cantidad de bacterias y porque las cerdas abiertas y viejas
no limpian correctamente la dentadura.
No lavar el cepillo de dientes después de la limpieza:
Es
muy importante que después de lavar los dientes lave el cepillo con agua
hirviendo, así no quedará resto de pasta dental ni bacterias. Luego debe
sacudirlo para eliminar el agua y dejarlo secar en un lugar aireado. Si las
cerdas quedan húmedas se formarán millones de bacterias, que luego las
llevaremos a la boca cuando cepillemos las piezas dentales.
Cepillado incorrecto
Cepillar fuerte y muchas veces para limpiar y eliminar
las manchas en los dientes. Este error lo cometen la mayoría de las personas y
puede traer severas complicaciones. Al cepillar bruscamente y muchas veces al
día logrará que el esmalte que cubre las piezas dentales se desgaste. Cuando
ocurra esto aparecerá la sensibilidad dental. La sensibilidad dental causará
dolor intenso y molestias al consumir alguna bebida o alimento muy caliente o
frío.
Otro de los errores es cepillar los dientes de manera
horizontal. De esta forma, el cepillo no logra barrer correctamente los
residuos y la placa bacteriana bien, además de que desgasta el esmalte. Así
pues, cuando limpies tus dientes, hazlo de manera vertical.
Enjuague y seda dental
No utilizar enjuague bucal ni seda dental: Estos son
complementos para lograr una mayor higiene bucal y eliminar el mal aliento.
Cuando se realiza el cepillado hay lugares donde este no puede limpiar
completamente y también hay bacterias y residuos que no fueron removidos. El
enjuague y la seda dental eliminan completamente todo lo que cepillo no pudo.
Olvidarse de lengua y mejillas
No cepillar la lengua y las mejillas: En estas zonas se
ubican millones de bacterias y muchas personas olvidan limpiarlas. No cepillar
lengua y mejillas puede ser una de las causas del mal aliento.
Caras internas de los dientes
No limpiar las caras internas de los dientes: Estas
partes como no son visibles algunas personas no las limpian. Es más difícil de
cepillar pero debes hacerlo a diario porque allí también se acumula bastante
placa, si no la eliminas luego se convertirá en sarro.
Tomar demasiada agua con gas (agua gasificada)
El agua gasificada también daña las piezas dentales, no
tanto como las gaseosas porque el agua gasificada no contiene colorante ni
azúcar, pero el gas que contiene debilita el esmalte de los dientes. Así pues,
intenta beber agua mineral siempre que te sea posible.
Corrija estos errores y evitará infecciones y problemas
que pueden destruir su dentadura. Con solo prestar un poco de atención podrá
lucir una buena salud bucal.