La Universidad de Columbia (EE.UU), en colaboración con el Instituto Americano de la Salud y el patrocinio de los laboratorios GSK (Glaxo-SmithKline), llevaron a cabo un estudio con 26 personas con ansiedad y angustia generalizada y 18 voluntarios sanos. Además de comparar los niveles de ansiedad, en un grupo y en otro, también se valoró el nivel de inteligencia de cada individuo participante.
Una vez analizados los datos, se ve una correlación entre nivel de ansiedad y coeficiente intelectual de la persona (cuanto más aumenta uno, también lo hace el otro).
Los datos finales de dicho estudio se publicaron el 12 de abril en la revista Frontiers in Evolutionary Neurosciences.
La explicación
Cierto grado de ansiedad es normal y necesario en nuestra vida, puesto que nos activa y nos hace responder ante determinados estímulos. Sin embargo, lo que el estudio indica es que son las personas que desarrollan mayor grado de ansiedad las que mejor se preparan para responder ante los problemas de verdad, las dificultades más grandes. ¿Esto es válido siempre?
Ante un problema que nos genere ansiedad (debida, seguramente, a la inminencia de un peligro, ya sea vital o no), el ser humano tiene dos posibilidades: huir o enfrentarse. Ambas son legítimas. Y el estudio indica que, ante un peligro determinado, el ser humano inteligente huirá, y esto lo preservará y evitará su extinción.
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Por tanto, se puede concluir que el concepto "cobardía", tradicionalmente aplicado a los que no afrontan una situación complicada, es un rasgo de inteligencia. Otra posible explicación sería que, cuanto más compleja es la prueba, más ansiedad generamos ante ella; y esto hace que desarrollemos técnicas más complejas para superarla. Al fin y al cabo, a más ansiedad durante tu vida, mayor grado de inteligencia (más has podido desarrollar tus capacidades en este ámbito).
Los niveles excesivos de ansiedad son perniciosos
De todas formas, son muchas las personas que desarrollan niveles de ansiedad muy superiores a los valores afrontables por cualquier ser humano. Casos como la agorafobia, la fobia social y otras muchas fobias no son más que el resultado de una ansiedad sobreexpresada. No sé si estas personas son más o menos inteligentes que la media pero lo que sí sé es que no viven igual de cómodas que el resto. Y que han de recurrir frecuentemente a medicación, o bien a técnicas de relajación.
