lunes, 5 de julio de 2010

Diente Lastimado ¿Qué Hacer?

Cómo sé si necesito un tratamiento?

Al igual que con cualquier traumatismo bucal, debe consultar a su dentista de inmediato para determinar si es necesario realizar un tratamiento. Su dentista examinará el área afectada y, probablemente, tome algunas radiografías.
Si siente dolor a causa de un diente roto, quebrado o astillado, tome un analgésico de venta libre. De ser posible, guarde la parte del diente que se ha roto y llévesela al dentista.
Si perdió un diente por un golpe o accidente, lleve el diente a su dentista lo antes posible. Probablemente, el diente se pueda volver a colocar en la boca mediante un procedimiento llamado reimplantación.

Tratamiento odontológico para:
Dientes astillados: si no siente dolor y la astilla es pequeña, usted deberá decidir si se hará reparar ese diente, cómo y cuándo. Según el tamaño de la astilla, el dentista lo alisará o corregirá cosméticamente. Otras opciones incluyen revestimientos, coronas y restauraciones. Si una restauración o un diente artificial se astilla, hay que reemplazarlo.

Dientes rotos o quebrados: los dientes rotos y quebrados deben ser reparados lo antes posible para evitar daños mayores. En ocasiones será necesario realizar un tratamiento de conducto radicular o la extracción del diente. Si la fractura afecta al esmalte y a la dentina del diente, el mejor tratamiento suele ser una corona. Tenga en cuenta que las fracturas no siempre son visibles, aún en las radiografías. Los síntomas suelen ser: dolor al masticar y sensibilidad a los alimentos y líquidos fríos o quizás calientes, así como al aire. Con el trascurso del tiempo, esos síntomas pueden acentuarse.

Dientes perdidos por golpes o accidentes: la clave para volver a insertar satisfactoriamente un diente es reimplantarlo en el alvéolo lo antes posible. Con cada minuto que pasa, mueren más células en la raíz del diente. De ser posible, no toque el diente y acuda al dentista lo más rápidamente posible. Recoja el diente por la corona únicamente y no deje que se seque colocándolo en agua o leche. La reimplantación dentro de los primeros 30 minutos ofrece las mayores probabilidades de éxito, que siguen siendo importantes hasta dos horas después. Quizá sea necesario hacer un tratamiento de conducto radicular una a dos semanas después de que el diente se haya estabilizado.
Los dientes perdidos, independientemente de sí han sido extraídos por un dentista o perdidos por accidente, deben ser reemplazados. De esta manera, evitará los siguientes problemas: dificultades en la masticación y el habla, cambio de posición de los dientes restantes, trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) provocados por la intensa masticación del lado con más dientes y la consecuente debilitación del hueso mandibular. Las opciones para reemplazar los dientes perdidos son: puentes, prótesis dentales e implantes.
Mandíbula fracturada: si sospecha que alguien tiene la mandíbula fracturada, no lo mueva. Asegure la mandíbula en su lugar con un pañuelo, una corbata o una toalla atada alrededor de la misma y sobre la cabeza. Utilice compresas frías para reducir la hinchazón, si se presenta. Diríjase inmediatamente a la sala de emergencias de un hospital o llame a su dentista.

Clinica dentisimplant

¿Qué Son las Caries?

La caries dental es la destrucción de los tejidos de los dientes causada por la presencia de ácidos producidos por las bacterias de la placa depositada en las superficies dentales.
Este deterioro de los dientes está muy influenciado por el estilo de vida, es decir influye lo que comemos, la forma cómo cuidamos nuestros dientes (nuestros hábitos de higiene), la presencia de flúor en la sal y la pasta de dientes que utilizamos. La herencia también juega un papel importante en la susceptibilidad de sus dientes a las caries.
Si bien la caries suele ser más común en niños, los adultos también corren riesgo de padecerla. Los tipos de caries incluyen:
Caries de corona: Son las más comunes, se presentan tanto en niños como en adultos, y generalemente sobre las superficies de masticación o entre los dientes.
Caries radicular: a medida que avanzamos en edad, las encías se retraen, dejando expuestas partes de la raíz del diente. Como las raíces no están recubiertas por esmalte, estas zonas expuestas pueden afectarse fácilmente.
Caries recurrentes: se pueden formar alrededor de las obturaciones y coronas existentes. Sucede debido a que dichas zonas tienen tendencia a acumular placa, lo cual finalmente produce la formación de caries.
Los adultos corren especial riesgo de padecer caries si sufren de sequedad bucal, que es un trastorno provocado por la falta de saliva debido a algunas enfermedades, el uso de algunos medicamentos, y a tratamientos de radioterapia y quimioterapia. La sequedad bucal puede ser temporal o permanente, según su origen.
Las caries pueden ser graves ya que si no se tratan, pueden destruir el diente y matar los delicados nervios de su interior, lo cual puede provocar un absceso (una infección en el extremo de la raíz). Una vez formado un absceso, el único tratamiento posible es la endodoncia (también llamada tratamiento del conducto radicular), una cirugía o la extracción del diente.

¿Cómo sé si tengo una caries?
Sólo su dentista puede determinar con seguridad si tiene una caries. Esto se debe a que las caries se desarrollan debajo de la superficie del diente, donde no puede verlas. Cuando ingiere alimentos que contienen carbohidratos (azúcares y almidones), las bacterias de la placa los consumen y producen ácidos que destruyen el diente. Con el tiempo, el esmalte dental comienza a desmineralizarse y así se forma una caries.
Las caries son más proclives a desarrollarse en las fosas de las superficies de masticación de los dientes posteriores, entre los dientes y cerca de la encía. Sin embargo, independientemente de dónde aparezcan, el mejor modo de localizarlas y tratarlas antes de que se agraven es visitar al dentista y someterse a revisiones o controles regulares.

¿Cómo puedo ayudar a prevenir las caries?
Cepíllese los dientes por lo menos dos veces al día, utilice hilo dental y enjuague bucal diariamente para eliminar la placa depositada entre los dientes y debajo de la encía.
Sométase a revisiones dentales periódicas. La atención preventiva ayuda a evitar que ocurran problemas y que los problemas menores se conviertan en mayores.
Lleve una dieta equilibrada restringida en alimentos con almidones o azúcares. Cuando ingiera estos alimentos, intente hacerlo junto a una comida y no entre comidas para minimizar así la cantidad de veces que expone sus dientes al ácido que producen las bacterias.
Utilice productos dentales que contengan flúor, incluida la pasta de dientes.
Asegúrese de que el agua que beben sus hijos contenga un nivel adecuado de flúor. La medida masiva para obtener el flúor necesario para los dientes es la sal; que no debe consumirse en zonas donde el agua natural trae cantidades grandes de fluoruro y en ese caso se utilizará sal sin fluoruro. Consulte a la autoridad sanitaria de su localidad para saber qué tipo de sal debe consumir.

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