martes, 6 de agosto de 2013

¿Protege el omega 3 contra las enfermedades periodontales?

Dos estudios publicados en noviembre de 2010 sugieren que el omega 3 contribuiría a prevenir las enfermedades periodontales gracias a su poder antiinflamatorio. Hélène Rangé, periodoncista del servicio de odontología del hospital Garancière-Rothchild de París, nos da su opinión.

Enfermedades periodontales y omega 3
Las enfermedades periodontales afectan a los tejidos que sostienen el diente: las encías y el hueso alveolar. La mayoría de las veces están relacionadas con infecciones, durante las cuales gérmenes nocivos se acumulan en las encías produciendo una inflamación crónica. Si no se trataran, las enfermedades periodontales, que afectan a entre un 20 y un 50 por ciento de los adultos, serían las enfermedades inflamatorias más frecuentes en el mundo. Varios estudios recientes sugieren que el omega 3 tendría un efecto positivo en la prevención de esta patología dental.

El omega 3, un antiinflamatorio natural

El último de los estudios se realizó en Estados Unidos sobre 9200 pacientes de más de 20 años, quienes se sometieron a un examen periodontal. Los resultados revelaron que los que más omega 3 consumieron, sobre todo los tipos DHA y EPA, presentes en los pescados grasos, son lo que menos periodontitis sufrieron. “Este estudio constituye una prueba interesante”, comenta Rangé. Y agrega: “Es verdad que el organismo transforma el omega 3 en prostaglandinas y leucotrienos, cuya acción antiiflamatoria ha sido demostrada y largamente explotada por los cardiólogos en la prevención cardiovascular secundaria (después de un primer accidente coronario se recetan medicamentos a base de DHA y EPA)”.
Los primeros trabajos sobre este tema datan de hace menos de 10 años, y se realizaron con ratones de laboratorio. Tres equipos de investigadores (en Turquía, Estados Unidos y Australia) han comprobado que la administración de aceite de pescado en los ratones a los que se les había inyectado gérmenes responsables de enfermedades periodontales tiene un efecto protector y disminuye las tasas de diferentes marcadores de inflamación.

El omega 3 sería eficaz en sus dosis alimentarias

Posteriormente, dos estudios llevados a cabo en personas han demostrado una mayor eficacia del tratamiento clásico (raspado y alisado) cuando se administraba omega 3 y aspirina. En un segundo estudio, realizado en Egipto y aparecido en 2010, los voluntarios recibieron durante seis meses 900 miligramos de una mezcla de EPA y DHA, casi el doble del aporte nutricional recomendado (250 miligramos por día). Sin embargo, explica Rangé, “aún no se receta omega 3 en el tratamiento de las enfermedades periodontales. Todavía se necesitan más estudios clínicos sobre un número mayor de pacientes. Mientras tanto, es importante seguir las recomendaciones que permiten satisfacer los aportes necesarios: dos porciones de pescado graso por semana y aceite de maíz o nuez cotidianamente”. 

Otros vínculos entre nutrición y enfermedades periodontales

Hay otros nutrientes que probablemente también tengan efectos preventivos de la periodontitis, por ejemplo, los antioxidantes. Y es que el estado inflamatorio va acompañado de estrés oxidativo. “El rol de la vitamina C en la prevención de una forma de enfermedad periodontal, la gigivitis del escorbuto, se conoce desde hace muchos años. Hay trabajos recientes que sugieren que minimiza el ataque de las bacterias tóxicas contra las células de las encías”. Las vitaminas del grupo B, que facilitan la cicatrización, podrían mejorar la recuperación tras la operación periodontal. Los aportes de calcio y vitamina D también son importantes en la prevención de la pérdida de masa ósea y por lo tanto del hueso alveolar. Además, la vitamina D, gracias a su propia acción antiinflamatoria, también mejora la eficacia de los tratamientos paradontológicos.
En conclusión: la prevención de las enfermedades periodontales pasaría, al igual que las enfermedades cardiovasculares o la obesidad, por una alimentación equilibrada y una buena higiene bucodental: cepillado diario, visitas anuales al dentista y uso del hilo dental. “Las personas diabéticas o con sobrepeso deben más que nadie recibir supervisión de un cirujano dentista o un parodoncista”, insiste Rangé. La diabetes y la obesidad crean un estado inflamatorio crónico (las células grasas generan factores de inflamación) que favorece las enfermedades periodontales. Casualmente, los omega 3 contribuyen a la prevención del aumento de peso.